Como me había dicho que iba venir, yo lleve la TATA al lavadero para que estuviera linda. No con la intención de convencerlo de que me la comprara, mi amigo ya había tomado la decisión viendo la camioneta como esta habitualmente... muy mugrienta. Pero hoy venia a concretar la operación así que la Tatatita tenía que estar como si fuera el día de la primera comunión.
Lo deje manejar hasta Mar Azul, y desde el asiento del acompañante observe como un tipo se sentía feliz concretando su sueño: ¡Una camioneta con muchos asientos para llevar a toda la familia! La iba manejando y alabando, feliz
. Pasamos por el destacamento de Bomberos de Mar Azul, porque Cesar entre otras cosas es Bombero, y allí el comprador le dijo a uno de sus compañeros: ¡Loco...!¿ te gusta la camioneta que me compre? Sombrita, así le dicen al compañero en cuestión, le respondió ¡¡¡Que te vas a comprar semejante nave vos....gil!!! Cuando yo logre convencerlo que era verdad, Sombrita exclamo ¡¡¡¡Uy loco...que bueno acá entramos todos!!! Creo que una de las pocas cosas que le faltaría a mi TATA es ser Autobomba!!! Bueno los bomberos suelen cuidar mucho sus vehículos.
Cuando llegamos a destino en el Camping Mar Azul (donde Cesar, tiene la concesión del Restaurante) me dijo esperá... ¡Quiero mostrársela a mi señora! Y allí estuvieron Cesar y su mujer observando a la TATA embobados, y diciendo... es hermosa... es hermosa... En una de esas Cesar me preguntó ¿Vos decís que la TATA se las Banca hasta Bariloche?
Yo lo mire como si me preguntara si sería posible que Ferrari participara de la próxima temporada de Formula 1. Le dije: Claro Cesar, si la TATA fue hasta Perú!!!!Entonces me dijo ¡Que bueno, entonces en marzo nos vamos a Bariloche!
Me despedí, me subí a la TATA y arranque. Mientras disfrutaba manejarla... todo el camino de vuelta fui pensando en todo lo que habíamos vivido con la TATA. Se me cruzaba por la cabeza el viaje a Perú, Merlo en San Luis, el viaje al Sur, Sierra de la Ventana, el Faro Querandí y todos los momentos cotidianos que no estaban comprendidos en las vacaciones. Me veía con Geraldine, con mis hijos y múltiples personas que estuvieron a bordo de la TATA. Veía al noble carro hindú cruzando el Desierto de Atacama, andando a 4822 msnm en Tíclio (Perú), llevando a los chicos al colegio, haciendo las compras en el Super, o sirviendo de comodísimo dormitorio frente a un puesto de Carabineros en Chile; y sobre todo la ví siempre llegando a donde sea. Y pensaba, mientras se me iban piantando los lagrimones... la pucha cuanto hemos vivido con la TATA... y ahora se va Bariloche con Cesar. Que bárbaro la TATA, seguirá corriendo aventuras...
No estoy triste, sólo un poco melancólico, es más me ciento feliz de haber vivido tantos momentos con la TATA y mi familia. Y de que la TATA sea capaz de hacer feliz a otra familia. Cesar dentro de algunos días la vendrá a buscar... pero hoy NO... Hoy la voy a guardar en el Garage como siempre y le dire... Buenas noches TATITA.
